Cuanto tu pareja antepone a su familia
Cuando os conocisteis, las visitas a su casa eran breves y cordiales. Pero con el tiempo los que hasta entonces eran extraños acaban formando parte de tu vida, hasta el punto de tener el poder de desestabilizar tu relación de pareja. Es obvio que en España la familia es muy importante.
SegĂşn una encuesta del Centro de Investigaciones SociolĂłgicas (GIS), la vida española gira en torno a la pareja y la familia en mayor medida que en otros paĂses de Europa. AquĂ es frecuente compartir tiempo libre con la familia de origen y salir a cenar, al teatro o de excursiĂłn con hermanos, cuñados y padres.
Por lo tanto, es inevitable que cuando inicias una relaciĂłn de pareja empieces tambiĂ©n a formar parte de otra familia que puede tener unas costumbres, una educaciĂłn, unas manĂas y unos estilos de vida diferentes a los tuyos.
Bienvenida al clan
Hay familias que se comportan como un clan donde todo se sabe y se comparte. Si la tuya no es tan absorbente, seguramente te sentirás invadida y controlada, pero solo tienes dos opciones: o unirte al clan y estar dispuesta a compartir tu intimidad con ellos, o vivir al margen, asumiendo que él pasará mucho tiempo con los suyos. Estas son algunas ideas que pueden ayudarte:
Ellos estaban antes y son una de sus principales fuentes de bienestar. No puedes cortar estos lazos. Son su familia, no la tuya. Eso no quita que les tengas afecto, pero tu pareja nunca debe exigirte más. Sé siempre respetuosa con ellos, y también en lo referente a sus costumbres. Muéstrate tal y como eres, no pretendas impresionarles fingiendo un apego por ellos que no sientes.
Tu suegra, la otra mujer de su vida
Pese a los tĂłpicos, una encuesta realizada por un diario español a 1.200 personas de 13 ciudades distintas demuestra que la mayorĂa tiene una buena relaciĂłn con la suegra. En general yernos y nueras se llevan “bastante bien” con sus respectivas “madres polĂticas”, pero son ellos (69%) los que mejor trato tienen frente a ellas (60%). Aun asĂ, pocos papeles sociales y familiares son más ingratos que el de la suegra.
La relación nuera-suegra puede ser muy conflictiva porque ambas comparten un interés común que las puede enfrentar: el cariño del mismo hombre. Recuerda que las cosas dichas en el momento oportuno evitan discusiones posteriores y resentimientos. Tu suegra es una figura fundamental para tu pareja, asà que ni se te ocurra darle un ultimátum y ponerle entre la espada y la pared para que elija entre una de las dos.
“¿Es necesario que vaya?”
Cuántas veces le habrás hecho esta pregunta, cansada del papel de acompañante a reuniones familiares a las que no te apetece ir: bodas, bautizos, aniversarios, comuniones… Algunas fĂłrmulas para salir airosos son: ¡Haced una lista de los compromisos familiares y concretar aquellos en que os gustarĂa contar con la presencia del otro.
Negociad el tiempo a pasar en los encuentros. Por ejemplo, si la cena en casa de su hermano es a las 10, Ă©l puede ir a las ocho y tĂş a la hora justa establecida. PodĂ©is retiraros antes, o hacerlo tĂş y dejarlo a Ă©l con su familia. Evitad las rutinas de visita, como por ejemplo establecer los domingos como “el dĂa familiar”.
ComunicaciĂłn y complicidad
Mantener a la familia a “raya” será más fácil si utilizáis vuestra complicidad para defender la intimidad. No compares a “los tuyos” con “los suyos”, a menos que sea para destacar lo bueno de todos ellos.
Mantente al margen de los conflictos ajenos. Si tu pareja y su familia tienen problemas, no interfieras. Si te molesta la actitud que tienen contigo, háblalo con tu pareja, pĂdele apoyo y que te ayude a solventarlo.
Un modelo familiar muy variado
• Otras formas de relación: Los matrimonios formados por personas que traen a su historia de amor hijos, perros, ex maridos, ex suegras… son cada vez más frecuentes.
•Sus consecuencias: Esto puede dificultar las relaciones familiares. Los siguientes datos te darán una ¡dea de cómo está creciendo esta tendencia en España.
• Las nuevas familias, en cifras: SegĂşn el Instituto Nacional de EstadĂstica, en nuestro paĂs existen aproximadamente 230.000 parejas de “segunda generaciĂłn”.
• Una tendencia en aumento: Algunos estudios privados vaticinan años venideros esos nĂşcleos familiares serán mayorĂa, alcanzando las 400.000 parejas.