Trucos para ahorrar dinero durante un viaje
A la hora de viajar, todos partimos con un presupuesto inicial y limitado. Ahorrar dinero en algunas etapas del viaje puede significar el poder ir a un destino turístico más atractivo. En lo único que no conviene escatimar es en un buen seguro de viaje. Prepara papel y lápiz y apúntate estos trucos para ahorrar en tu lugar de destino.
Pequeños trucos para ahorrar al ir de vacaciones o en viajes de negocios
Viajar no tiene por qué estar relacionado únicamente con las vacaciones. También se hacen viajes de negocios. En esos casos, suele ser normal que la empresa compense al trabajado con una serie bonificaciones en el concepto de “dietas”. Si el viajero sigue unos simples trucos, gran parte de esas dietas pueden convertirse en dinero de bolsillo, o incluso un “sueldo extra”.
En el caso de que se trate de un viaje de placer o de vacaciones, ahorrar en el transcurso del mismo puede suponer que, con la misma inversión, sea posible viajar a destinos más exóticos o caros.
Estos trucos son:
- No comer en los restaurantes para turistas: Están en los lugares más pintorescos, cercas de los puntos de atracción de turistas, pero no dejan de ser una trampa. Comidas caras y de pésima calidad. En lugar de caer en su trampa, lo mejor es preguntarle a algún trabajador de la zona (un taxista, un tendero) en qué restaurante suele comer. Lo que él nos ofrezca siempre será mucho mejor, y mucho más barato.
- Aprovechar las ofertas de viajes baratos con meses de antelación: Como norma general, es buena idea organizar un viaje dos o tres meses antes para aprovechar las ofertas de agencias de viajes y compañías de vuelo low-cost. Para ello conviene tener en cuenta una serie de recomendaciones al buscar viajes baratos en internet. Asegúrate de saber qué productos están prohibidos en el avión para no tener que dejarlos en tierra, así como conocer las medidas del equipaje de mano, o te obligarán a facturarlo y pagar por él.
- Llevar siempre comida encima: Planteate llevar siempre encima una mochilita con un “kit de supervivencia” para evitar tentaciones entre horas. Si te entra el hambre en algún lugar turístico, una simple chocolatina puede costarte el doble o el triple de su valor normal, así que acostúmbrate a llevar piezas de frutas “cómodas” encima, como plátanos, manzanas o peras.
- Prepara tu propia comida: Por lo general, la mejor forma de ahorrar dinero en un viaje es evitando los restaurantes. Acostúmbrate a visitar los supermercados de la zona y compra allí los ingredientes para tu mochila. Recuerda: frutas “cómodas”, pan de molde, embutidos… Si a la hora de comer puedes ir tirando con un par de bocatas y fruta que llevas contigo, al final de la semana puedes estar ahorrando más de 100 euros por persona en el viaje.
- Desayuna en el hotel: Cuando un hotel tiene buffé libre para desayunar significa un gran ahorro. Intenta cambiar de costumbres y tomar un desayuno más a la “americana”, con cereales y comida rica en proteínas e hidratos de carbono. Te ayudarán a ir tirando todo el día, y a sobrevivir con lo que llevas en tu mochila.
Contrata un seguro de viaje para toda la familia
Dentro de la Unión Europea y países asociados no hay ningún problema a la hora de utilizar hospitales y centros de salud, ya que los costes son gratuitos para ciudadanos de la Unión. Conviene, eso sí, que todos los miembros del viaje lleven al día su tarjeta sanitaria europea. Se puede pedir por internet, es gratuita y con ella nos aseguraremos de no pagar ningún céntimo por cuidados médicos en toda la Unión Europea.
Para otro tipo de viajes, como los que tienen por destino Estados Unidos, sin ir más lejos, contratar un seguro de viaje que cubra la atención sanitaria y la hospitalización si la situación lo requiere, es de lo más recomendable. Casi todas las compañías de seguros ofrecen cobertura para todo tipo de problemas en el extranjero y se pueden contratar por un período determinado (un fin de semana, una semana, diez días…) por lo que su coste no es demasiado alto.
Aunque pueda parecer absurdo gastar dinero para ahorrar, lo cierto es que si en un páis como Estados Unidos se tiene la desgracia de sufrir un pequeño accidente, digamos una rotura de brazo, los costes médicos pueden ascender a varios miles de euros.
En este asunto, desde luego, vale más prevenir que curar.