¿Por qué el jabón es mejor que el desinfectante de manos para combatir el coronavirus?

A medida que la pandemia de coronavirus continúa propagándose día a día, muchos estantes de desinfectantes para manos de los supermercados se están vaciando mientras la gente sigue presa del pánico comprando estas prácticas botellas. Pero los científicos y médicos dicen que no debemos ignorar la humilde pastilla de jabón que usamos todos los días en favor de los desinfectantes. En este vídeo explicamos por qué el jabón es tan bueno para eliminar el coronavirus y lo comparamos con el desinfectante para manos.

Desde su primera invención en 2800 a.C. En la antigua Babilonia, el jabón nos mantenía limpios y nos protegía de muchas enfermedades. El jabón es básicamente una sal de ácido graso que se forma cuando sales alcalinas como el hidróxido de sodio o potasio reaccionan con ácidos grasos a altas temperaturas. La forma en que funciona una molécula de jabón es una simple cuestión de química de superficies. La molécula de jabón es una cadena larga, uno de cuyos extremos es hidrófilo, lo que significa que se siente atraído por el agua. El otro extremo es hidrofóbico y es atraído por las grasas, la suciedad y también las capas externas de muchos tipos de virus y bacterias.

Tomemos como ejemplo a nuestro último culpable, el coronavirus. En su centro se encuentra el ARN, que está cubierto por una bicapa lipídica. Esta capa está formada por lípidos intercalados con otras proteínas y las espigas características del virus. Pero todo esto se mantiene unido por vínculos débiles. Entonces, cuando te lavas las manos, los extremos hidrofóbicos de las moléculas de jabón se adhieren a los lípidos que protegen el ARN del virus y los separan, esencialmente matando al virus. Todo esto lleva 20 segundos.

Los desinfectantes para manos funcionan de la misma manera que el jabón, pero usan alcohol. Están disponibles en forma líquida o en gel y contienen entre un 60 y un 95% de alcohol. Esta concentración se considera la más eficaz para matar el virus. Cuando no hay agua y jabón disponibles para lavarse las manos, son una excelente manera de mantener las manos desinfectadas. La desventaja, sin embargo, es que si tus manos ya están sucias, grasosas o sudorosas, el desinfectante se diluirá y su eficacia disminuirá.

Otro problema con el uso de desinfectantes es que suponen un riesgo potencial de incendio debido a su alto contenido de alcohol. Si bien algunos contienen agentes humectantes que previenen quemaduras, acercarse a un fuego abierto o usar la estufa antes de que el desinfectante esté seco puede hacer que sus manos se incendien.

Si te lavas las manos con jabón, enjuágalas con agua. Esto eliminará los restos de virus muertos junto con las moléculas de jabón. Sin embargo, este no es el caso de los desinfectantes, ya que los residuos forman una capa en la mano junto con los ingredientes del desinfectante que no secan. Siempre que tengas acceso a agua y jabón, úsalo. El jabón no tiene por qué ser caro ni antibacteriano. Cualquier jabón normal servirá.

Para mantener nuestras manos limpias, aquí tienes una guía rápida. La forma correcta de lavarse las manos con jabón es lavarlas primero con agua. Tome suficiente jabón y frótelo hasta formar espuma en las palmas, los dedos, todos los espacios entre los dedos, los nudillos, el dorso de las manos y las uñas. Haz todo esto durante al menos 20 segundos y, si no puedes mirar el reloj, simplemente tararea la canción «Feliz cumpleaños» dos veces y todo estará bien.

Eso es todo, amigos. ¡Lávate las manos, quédate en casa, mantente saludable!(Fuentes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9)