Los orígenes de la escritura: un viaje en el tiempo
En este programa, solo hablaremos sobre la historia de personas, lugares y sociedades. Rara vez hablamos sobre la historia de una idea. Así que hoy vamos a hacer un experimento: vamos a hablar sobre la historia del concepto de la palabra escrita.
La escritura es una de las tecnologías más duraderas de la humanidad. Durante 5600 años, esta capacidad de transmitir pensamientos a lo largo de generaciones, de dar instrucciones, de expresarnos y comunicar ideas a través del espacio y el tiempo, nos ha permitido avanzar ampliamente en nuestra comprensión del universo, de los demás y de nosotros mismos. .
Pero para entender cómo empezó la escritura, tenemos que viajar de vuelta a la antigua Sumeria, donde se inició el primer uso generalizado de la escritura. Mira a tu alrededor. ¿Qué ves? Sí, ves a los alfareros ya los mercaderes. Ves calles y jardines. Pero, ¿qué es lo que ves que domina todo ello? Los templos. Estos templos desempeñan un papel fundamental en el origen de la escritura. Sumeria fue la tierra de las primeras verdaderas ciudades del mundo. No cientos de personas o millas de personas, sino decenas de millas agrupados juntos. Y estas ciudades formaron estados. Unidos por la veneración de un conjunto específico de dioses.
La gente dominaba la irrigación y las ciudades crecían, ya medida que crecían las ciudades, también lo hacían los templos a los dioses. Pero estos complejos de templos enormes y extensos no solo servían como lugares de culto, no, no. Mira de cerca. ¿Ves a los hombres llevando las vasijas de arcilla llenas de grano? Estos templos también servían como almacenes enormes. Depósitos de la inmensa riqueza de la ciudad. En tiempos buenos, las donaciones y los regalos fluían abundantemente. Y en tiempos difíciles, se distribuían de vuelta. Este sistema creaba una gran riqueza para los sacerdotes, pero también aseguraba que ciudades de este tamaño pudieran funcionar.
Pero no nos concierne eso. No directamente. Observa al hombre que los está mirando junto a los hombres que llevan el grano. ¿Notas cómo cada vez que traes una jarra de grano, él hace una pequeña marca en esa tablilla de arcilla que sostiene? Con una economía de este tamaño, con toneladas de suministros moviéndose dentro y fuera del templo cada día, se necesitaba llevar registros de alguna manera.
Y eso es exactamente lo que él está haciendo. Esa tablilla más tarde se guardaría para que los sacerdotes supieran exactamente qué tienen a su disposición en su enorme almacén de templo. Pero tanto como las marcas de conteo tienen su lugar en el origen de la escritura, hay algo mucho más interesante para nosotros en ese pedazo húmedo de arcilla que tiene en sus manos. Verás, él ha dibujado una pequeña imagen de una espiga de grano junto a sus marcas de conteo, para dejar claro que sus conteos se refieren al grano. Bueno, a lo largo de las generaciones, ese bonito dibujo de grano se haría más simple.
Adaptación de la escritura para que sea eficaz Eficiencia: simplificación y abstracción de símbolos
Los orígenes de la escritura se remontan a la antigua Sumeria, donde se empezó a utilizar por primera vez de manera generalizada. En aquel entonces, Sumeria era conocida por ser el hogar de las primeras ciudades reales del mundo. Estas ciudades, formadas por decenas de millas de personas, estaban unidas por la veneración de un conjunto específico de dioses. Los templos desempeñaban un papel fundamental en el inicio de la escritura. Además de ser lugares de culto, también funcionaban como enormes almacenes, donde se guardaba la vasta riqueza de la ciudad. En tiempos de abundancia, se recibían donaciones y regalos, y en tiempos difíciles, estos recursos se distribuían entre la población.
Para mantener un registro de todas estas transacciones y de los suministros que entraban y salían del templo, se necesitaba una forma de mantener registros. Es así como nace la escritura. Los sacerdotes, encargados de llevar las cuentas, comenzaron a utilizar tabletas de arcilla para hacer marcas junto a las cantidades de grano que ingresaban al templo. Estas marcas simples evolucionaron con el tiempo y se convirtieron en representaciones más abstractas y simplificadas. Los escribas buscaban formas más rápidas y fáciles de registrar los bienes comunes, por lo que dejaron de dibujar cada artículo individualmente y se centraron en símbolos más generales. De esta manera, se dictaminan los primeros pasos hacia la eficiencia en la escritura y la abstracción de símbolos.
Conclusión
Los escribas buscaban formas más rápidas y fáciles de registrar los bienes comunes, y no dibujarían laboriosamente cada objeto que entraba en el templo. En cambio, desarrollaron símbolos simplificados, que todavía representaban conceptos, pero de una manera más eficiente. Estos símbolos se convirtieron en los primeros indicios de un sistema de escritura más elaborado.
A medida que la escritura se desarrollaba y se transmitía de generación en generación, se volvía más compleja. Surgieron nuevos símbolos y se crearon reglas para su uso y combinación. Finalmente, se desarrolló un sistema de escritura completa, conocido como cuneiforme, que se usaba para registrar todo, desde transacciones comerciales hasta historias y leyes.
Este viaje a través del tiempo nos muestra cómo la escritura comenzó como una simple forma de registro, pero evolucionó hasta convertirse en una herramienta poderosa para la comunicación y la expresión de ideas.
Desde los primeros grafitis en arcilla hasta los libros y periódicos que conocemos hoy, la escritura ha sido fundamental para el avance de la humanidad.
Es importante recordar y valorar los orígenes de la escritura, ya que nos conecta con nuestros antepasados y nos permite comprender cómo hemos llegado a comunicarnos de la forma en que lo hacemos ahora. Además, nos muestra que las ideas y los conceptos tienen su propia historia, y que el conocimiento y la información que compartimos son parte de un legado que se remonta a millas de años.
Por lo tanto, la próxima vez que tomes un lápiz o escribas en tu teclado, recuerda que estás participando de una tradición antigua y poderosa. La escritura es una herramienta inigualable que nos permite compartir pensamientos, emociones y conocimientos a lo largo del tiempo y el espacio. Así que continúa explorando y descubriendo el poder de la palabra escrita, y sé consciente de la importancia de preservar y valorar este legado duradero. ¡Que la escritura siga siendo una fuente de creatividad e inspiración para las generaciones futuras!